La vida política británica sigue alterada por el Cheriegate , el único asunto de interés para la prensa del Reino Unido, desde hace dos semanas. Por mucho que lo intentan, los asesores del primer ministro, Tony Blair, no logran dar carpetazo al estúpido escándalo en el que anda metida la esposa del ´premier´.

Los portavoces de Downing Street tuvieron que volver ayer, muy a su pesar, sobre el asunto, esta vez para negar cualquier intervención gubernamental en la grabación de unas conversaciones telefónicas del estafador australiano. No se sabe quién ha sido, pero alguien espió y grabó al exconvicto Peter Foster, hablando el jueves con su madre, Louise Pelloti, que vive en Irlanda y cuyo teléfono fue pinchando.

LOS PRECIOS

En la conversación, Foster, que se queja de haber salido perjudicado económicamente, deja entrever que estaba buscando comprador por la exclusiva de su historia con Cherie Blair. "Lo contaré, pero sólo si me dan dinero. Estoy esperando a que me paguen", afirma el fraudulento asesor, que según The Sun pide unos 150.000 euros por el relato.

En contra de lo declarado el jueves por su novia, Carole Caplin, amiga íntima de Cherie Blair, Foster asegura que la conocida abogada sí leyó los documentos referentes a su proceso de extradición del Reino Unido, ahora en curso. "¿Es cierto que Cherie nunca leyó los papeles?", le preguntó su madre. "No, por supuesto que no. Claro que los leyó. Creo que Carole es idiota y actuó por puro reflejo, tratando de proteger a una amiga", responde Foster, quien añade: "Carole ha cometido un error, metiéndose en esto. Tenía que haberse callado. Ahora está en medio y la van a pillar mintiendo".