El Cairo se despertó ayer en calma tensa tras las violentas manifestaciones del martes contra el Gobierno de Mubarak. En apariencia, en las calles todo parecía normal, pero en internet hervían las proclamas y las convocatorias para volver a la carga en diferentes puntos de la ciudad por la tarde.

"La protesta no será en Tahrir, sino en el puente del 6 de octubre --escribía en Twitter un bloguero llamado Sandmonkey--. Se están cambiando los lugares para confundir a la policía". En las redes sociales, activistas y opositores animaban a los ciudadanos a marchar por segundo día. "Esto debe continuar hasta hacer caer el régimen", gritaba un manifestante.

La violencia policial fue lo más comentado. "Son lo peor de la sociedad. Deberían estar junto a la gente, pero solo la atacan", decía Ahmed. Tras los choques con las fuerzas de seguridad, se confirmaron cuatro muertos el martes y dos ayer, más centenares de heridos.

Ayer por la tarde, las situaciones violentas se reprodujeron en marchas en todo Egipto. En la calle Ramsés de El Cairo, Ramy decía: "Esto es peor que ayer. Están usando gas, golpeando y han detenido a algunos". En las concentraciones organizadas ante los sindicatos de abogados y periodistas, la policía de paisano requisó cámaras y detuvo y golpeó a los presentes. "Solo queremos pan y patatas", declaró Abir, una mujer desempleada. "No pedimos ni el pollo que comen ellos. Es una vergüenza que nos ataquen así".

Gran número de ciudadanos de todo tipo se habían propuesto informar al mundo de lo que estaba pasando usando las redes sociales. Por supuesto, usando proxies y toda clase de trucos para acceder, ya que Twitter ha estado bloqueado en Egipto desde el martes, mientras la conexión a Facebook, YouTube y Google era casi imposible desde la tarde de ayer. A pesar del bloqueo, Twitter hervía con consejos contra el gas lacrimógeno o sobre cómo saltarse el bloqueo, fotos de las marchas y ataques policiales, vídeos y miles de comentarios de ánimo y en contra del régimen.

"No creo en el cambio ahora, sino a largo plazo", decía Wahid, un periodista egipcio. También había, en cambio, mensajes optimistas. "Al inicio no creía que pudiera darse una revolución como en Túnez. Después de ver esto, lo creo. Debemos seguir", apuntaba Mohamed tras escapar del gas lacrimógeno. A lo largo del día, un mensaje circuló por la red: "El viernes, tras el rezo, habrá manifestaciones por todo el país. Pásalo".