Sin sorpresas. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo decidirá, en próximos meses, si la ilegalización de Batasuna vulneró los derechos a la libertad de expresión y de reunión y asociación. Lo que sí ha decidido la corte europea es que el proceso no ha violentado su derecho a recurrir la medida ante un tribunal superior. Los jueces dieron ayer a conocer sus argumentos en tres sentencias en las que ofrecen una primera respuesta a las demandas presentadas por Batasuna y por las agrupaciones electorales que intentaron presentarse a las europeas del 2004 y a las municipales del 2003.

Los magistrados de la corte europea no entran a analizar los argumentos de la fuerza ilegalizada. Se limitan a examinar si sus alegatos deben ser examinados "a fondo". Para el tribunal, las demandas plantean "cuestiones serias de hecho y de derecho que no pueden ser resueltas" en este momento.

Pero Estrasburgo rechaza que el proceso no haya sido justo, como alega Batasuna, por unas declaraciones del presidente del Supremo, Francisco José Hernando, sobre la ley de partidos, al haber sido él quien presidió la sala que ilegalizó a Batasuna.

LOS MOTIVOS El tribunal también niega que la fuerza ilegal no haya podido recurrir la decisión del Supremo, ya que acudió en amparo ante el Constitucional. Los jueces explican que "la eficacia de un recurso no depende de la certeza de un resultado favorable". La corte europea tampoco revisará la decisión de devolver al Estado los bienes de la fuerza ilegal por ser una petición extemporánea. El Gobierno reiteró que era "normal" la admisión, pero confió en que el tribunal rechazara la demanda.