La estrategia que debe seguir la Unión Europea (UE) hacia Cuba enfrentó ayer a los grupos popular y socialista en el pleno del Parlamento Europeo, pese a haber pactado una resolución común de condena por la muerte del preso político Orlando Zapata después de 85 días de huelga de hambre. Los diputados del Grupo Popular expresaron su frontal rechazo a los planes del Gobierno español de aprovechar la presidencia semestral de la UE para intentar modificar la posición común de 1996 que define las relaciones comunitarias con Cuba. "El Partido Popular Europeo luchará por mantener la posición común de la UE sobre Cuba", advirtió con firmeza el secretario general del partido, Antonio López Isturiz.

La Comisión Europea también se alineó contra los planes españoles. "Vamos a seguir defendiendo la posición común de 1996, porque nos parece una buena base", afirmó el comisario de Desarrollo, Andris Piebalgs, durante su intervención.

La posición común fue aprobada en diciembre de 1996 a instancias del Gobierno español, presidido por José María Aznar, con el objetivo de facilitar la transición hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos mediante el diálogo con las autoridades cubanas y todos los sectores de la sociedad. La UE condicionó un mayor apoyo a Cuba a que las autoridades avancen hacia la democracia.

La modificación de la posición común de la UE solo fue defendida por los socialistas españoles y el grupo Izquierda Unitaria. "La posición común es un obstáculo para hacer avanzar los derechos humanos en Cuba. Necesitamos otro instrumento que permita un diálogo eficaz con las autoridades cubanas", declaró la socialista María Muñiz. "La posición común supone un trato de excepción que la UE no tiene con ningún otro país, no lo tiene con China, no lo tiene con Vietnam. Así que, ¿por qué lo ha de tener con Cuba?", señaló el eurodiputado Willy Meyer (IU).

CONDENA CASI UNANIME En un hemiciclo casi vacío y con la ministra europea de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, ausente, la mayoría condenó la muerte de Orlando Zapata, criticó con dureza al régimen cubano y exigió la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos de Cuba. Raúl Romeva, por el grupo Verdes, destacó que también hay que reclamar la libertad de los presos políticos "en cualquier parte del mundo".

El grupo Izquierda Unitaria "lamentó" la muerte de Zapata, pero se desmarcó de la resolución de condena común por considerar que se "instrumentalizan los derechos humanos" en este caso, mientras que la Eurocámara evitó condenar el golpe de Estado de Honduras, que causó "muchas más muertes".

LA UNICA SOLUCION La mayoría de los eurodiputados, a excepción del Grupo Popular y los euroescépticos, defendieron, no obstante, el mantenimiento del diálogo con las autoridades cubanas como única vía para mejorar las condiciones de vida de la población cubana y avanzar hacia una democratización del régimen. La misma posición sostuvo Piebalgs. El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Diego López Garrido, en nombre del Consejo de Ministros de la UE, también defendió el diálogo con Cuba, aunque no pudo presentar resultados positivos como fruto de ese diálogo. López Garrido evitó usar el término "presos políticos" utilizando en su lugar "presos de conciencia".

La falta de avances del diálogo llevó al eurodiputado liberal Ramon Tremosa (CiU) a reprochar al Gobierno que "debería ser mucho más activo en la defensa de los derechos fundamentales en Cuba".