La última palabra la tienen los 28 gobiernos de la Unión Europea y en estos momentos, según aseguró este pasado martes la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, hay poco apetito porque tendría consecuencias negativas en el objetivo de mantener a Ankara vinculada a Europa. Pero el mensaje lanzado este jueves por la Eurocámara es inequívoco: la Unión Europea debe suspender las negociaciones de adhesión con Turquía.

Así consta en una resolución que ha recibido un apoyo aplastante:479 votos a favor, 37 en contra y 107 abstenciones. Todos los grandes grupos de la cámara -PPE, PSE, ECR, Liberales, IUE y Verdes- han dado su apoyo a la necesidad de castigar al régimen de Tayyip Erdogan por las “desproporcionadas medidas represivas adoptadas por Turquía desde la fallida intentona de golpe militar de julio de 2016”. Los únicos que no han suscrito el texto conjunto pactado por todos estos grupos han sido el grupo que lidera Nigel Farage y el de la ultraderechista Marine Le Pen.

Los eurodiputados aseguran que siguen comprometidos a mantener a Turquía vinculada en la UE y se comprometen a revisar su posición en cuanto el gobierno de Erdogan levante las “desproporcionadas medidas adoptadas en el marco de excepción en Turquía”.

ESTADO DE DERECHO

Una revisión que tendrá muy en cuenta el restablecimiento del estado de derecho y los derechos humanos y, sobre todo, lo que ocurra con la pena de muerte. “La reintroducción de la pena capital por el gobierno de Turquía tendría que dar lugar a una suspensión formal del proceso”, avisan. Dicho con claridad, si el gobierno de Ankara sigue con sus planes de introducir la pena de muerte en la legislación dejará automáticamente de ser candidato a entrar en la Unión Europea.