Romano Prodi empezó a recibir agasajos, sobre todo de la UE, a la que el perdedor, Silvio Berlusconi, ha aportado tensiones. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, llamó al candidato progresista para felicitarle y le expresó su confianza de que siga trabajando por "el interés general europeo". El canciller de Austria, país que ejerce la presidencia este semestre, Wolfgang Schüssel, también dio la enhorabuena a Prodi, aunque no dejó de hacer referencia al "ajustado resultado": Schüssel ha hecho campaña en favor de Berlusconi, del que destacó su "excelente" gestión. Desde Francia, la ministra delegada para Asuntos Europeos, Catherine Colonna, envió sus "calurosas felicitaciones" a Prodi. "Sabrá jugar un papel esencial en el relanzamiento de Europa", dijo.

Los parabienes llegaron también desde Suramérica, donde viven más de 890.000 italianos, la mitad de ellos en Argentina, cuyo presidente, Néstor Kirchner, dijo que se abre "un nuevo capítulo" entre ambos países.

Uno de los aliados de Berlusconi, Washington, mostró ayer la esperanza de que "nada cambie" con Prodi. "Italia fue un buen socio", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, sin referirse a la participación italiana en la invasión de Irak. El que no se manifestó fue el ruso Vladimir Putin, amigo de Berlusconi.