Harto de los desplantes de Donald Trump, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha estallado en vísperas de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN que se celebra este miércoles y jueves en Bruselas. «Durante mucho tiempo ha estado criticando a Europa casi a diario por, a su juicio, una insuficiente contribución a las capacidades de defensa común y por vivir a costa de Estados Unidos. Querido presidente Trump, América no tiene ni tendrá ningún mejor aliado que Europa», le ha recordado el polaco.

Tusk no participa en la reunión de líderes de la Alianza Atlántica y solo estará, junto al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en la cena de trabajo de hoy. Pero antes del desembarco del líder estadounidense, el dirigente ha querido poner los puntos sobre las íes. «Los europeos gastan mucho más en defensa que Rusia y tanto como China», ha advertido lanzando dos contundentes mensajes. El primero: «América, aprecia a tus aliados porque al fin y al cabo no tienes tantos». El segundo: «El dinero es importante pero la solidaridad lo es todavía más».

El presidente del Consejo ha recordado a Trump que la UE respondió inmediatamente a la petición de ayuda tras el 11-S y que 870 soldados europeos han perdido la vida en Afganistán en una misión en la que participan codo con codo con Estados Unidos. «Acuérdese de esto cuando nos reunamos en la cumbre de la OTAN pero, sobre todo, cuando se reúna con el presidente Vladimir Putin en Helsinki. Siempre vale la pena saber quién es su amigo estratégico y quién es su problema estratégico», ha añadido sobre el encuentro que mantendrán ambos líderes el 16 de julio en la capital finlandesa.

El multimillonario estadounidense no ha tardado en responder antes de abandonar Estados Unidos. «Tenemos muchos aliados pero no podemos aprovecharnos de ellos. La Unión Europea se está aprovechando. Perdimos 151.000 millones el año pasado en comercio y además gastamos el menos el 70% de la OTAN que, francamente, les ayuda mucho más a ellos que a nosotros», ha acusado. Mucho más sintético ha sido en su cuenta de Twitter sobre lo que espera en Bruselas: «Los países de la OTAN deben pagar más, Estados Unidos debe pagar menos», ha zanjado.

El problema de fondo se llama 2% del PIB. Es la cifra que los 29 países aliados se comprometieron a gastar en Defensa de aquí a 2024 durante la cumbre de Gales de 2014. Un porcentaje que hoy por hoy pocos países cumplen. Este año, según los datos provisionales presentados por el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, serán 8 los aliados que superarán el umbral: Estados Unidos, Grecia, Reino Unido, Estonia, Polonia, Lituania, Letonia y Rumanía. Al ritmo actual solo llegarán al objetivo en la fecha prevista «15 de los 29 miembros», según fuentes de la Alianza.

Y buena parte de los grandes países, entre ellos España o Alemania, no estarán entre ellos. Aún así, Stoltenberg ha optado por ver el vaso medio lleno. «El reparto de la carga no es justo y por eso la UE y Canadá están aumentando» y «habrá 266.000 millones adicionales para 2024. Es significativo y va en la buena dirección», ha celebrado el dirigente.. Si estas cifras tranquilizarán a Trump está por ver pero en la Alianza confían al menos en evitar un rapapolvo público como el del año pasado cuando el multimillonario aprovechó la inauguración del monumento al 11-S para leerles la cartilla.

En esta ocasión no hay discursos públicos pero las exigencias no han cambiado. «Sabemos que vendrá con ánimo de recordarnos nuestras obligaciones pero no sabemos qué dirá cuando salga de la cumbre. Será decisivo para el futuro de la Alianza», subarayan fuentes europeas. En Europa saben muy bien que a Trump le gusta la confrontación y por eso apuestan por responder con argumentos y números. «Hacerle frente a Trump sería una estrategia equivocada porque es donde se encuentra a gusto, en esa dinámica de acción-reacción», explica un diplomático de la Alianza Atlántica.

La estrategia europea es convencer a Estados Unidos de lo mucho que está en juego. «La aportación no puede medirse exclusivamente en términos financieros», recuerdan en la OTAN.