Una táctica para alcanzar acuerdos fuera de plazo en los Consejos Europeos es parar el reloj. El comunicado salido de Bruselas pide a Bush y a Sadam que paren los suyos y den tiempo al tiempo.La presidencia griega ha logrado redactar un papel que da imagen de unidad en la UE. Pero una segunda lectura traiciona esa apariencia: el comunicado incluye las posiciones de unos y otros, lo cual es reconocer la ausencia de una posición común. No obstante, Francia ha logrado inclinar el texto hacia su posición, la diplomacia a la que las calles del mundo le han dado este fin de semana la razón. Y traslada la decisión a la próxima reunión del Consejo de Seguridad, que es donde se van a resolver los asuntos. Esta es la verdadera debilidad de Europa: que las decisiones que se tomen en Bruselas poca trascendencia mundial tienen ya. Porque donde se decide es donde está EEUU. La UE ha llegado a un punto de desorientación tal que ya es débil hasta cuando proclama su unidad.