Los países europeos estaban al corriente de las actividades ilegales que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) llevaba a cabo en sus territorios. La comprometedora denuncia fue hecha por el fiscal suizo Dick Marty, director de la comisión del Consejo de Europa que investiga la existencia de las cárceles secretas y los vuelos clandestinos que la agencia estadounidense puso en marcha en el marco de la lucha contra el terrorismo.

"Desde hace dos años, tres años, los países europeos sabían perfectamente lo que estaba sucediendo", declaró Marty, quien tachó de "chocante" la pasividad demostrada por los gobiernos europeos. "Hubo países que colaboraron activamente, otros que fueron tolerantes y otros que decidieron mirar hacia otra parte", agregó.

Está previsto que el responsable suizo entregue un informe preliminar de la investigación al Consejo de Europa el día 23. Marty puso el dedo en la llaga al constatar que "no es posible transportar a personas de un lado a otro", como hizo la CIA, "sin que los servicios secretos de los países europeos estén al tanto". El investigador suizo criticó "la hipocresía" de los países europeos, lo cual no le impidió arremeter contra los métodos de EEUU desde el 11-S.