Rusia ha dado por terminada este viernes la evacuación de civiles de la zona este de la ciudad de Alepo, situada al noroeste de Siria, y ha asegurado que en esa parte de la localidad, hasta hace poco controlada por grupos rebeldes, solo quedan "combatientes radicales" que pretenden luchar hasta el final.

El ministerio de Defensa ruso ha indicado en un comunicado que "las operaciones de evacuación de combatientes y sus familias de los barrios del este de Alepo llevadas a cabo por el centro de reconciliación han terminado". "Unidades del Ejército sirio continúan con la liberación de algunos barrios de Alepo-este donde se encuentran los radicales", ha añadido el comunicado de Moscú, gran aliado del presidente sirio, Bashar el Asad.

Miles de personas han sido evacuadas de los barrios del este de Alepo desde ayer por la tarde, pero otros miles siguen atrapadas en la zona, según diversos testimonios recogidos por EL PERIÓDICO.

ACUERDO DE RUSIA Y TURQUÍA

Antes de que Rusia anunciara que la evacuación de civiles había terminado, el régimen de Damasco señaló que la operación se había suspendido porque los insurgentes no habían respetado los términos del alto el fuego y habían lanzado proyectiles de mortero desde la localidad de Al Rashidin, controlada por los insurgentes y primera parada de los evacuados de Alepo, hacia el distrito de Ramousa, en manos gubernamentales.

Rusia y Turquía pactaron el acuerdo para la evacuación de Alepo. Además, el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, subrayó ayer que había hablado con el presidente estadounidense, Barack Obama, para tratar la situación en Siria.

Este viernes 8.000 personas han sido transportadas en autobús hasta zona rebelde antes de que Damasco cancelara la evacuación y Rusia la diera por acabada. No se puede concretar el número de ciudadanos que esperan para salir del este de Alepo. Cuando el régimen de Asad empezó el asedio a esta zona, 250.000 civiles, 100.000 de ellos niños, quedaron atrapados. Una buena parte de ellos han ido saliendo paulatinamente hacia el oeste de la ciudad, controlada por el régimen, pero todavía hay miles esperando la evacuación.

"HEMOS PERDIDO EL PAÍS"

Unos todavía sin salir de Alepo, otros, ya en la localidad rebelde de Idleb, donde han sido evacuados. Los testimonios de unos y otros, transmitidos por whatsapp, no dejan, en ningún caso, lugar a demasiada esperanza. "Seguimos en Alepo pero saldremos hacia Idleb a mediodía", explicaba el viernes a EL PERIÓDICO la periodista siria Waad Alkateab, sin tener noticia, todavía, de que la evacuación iba a quedar suspendida. "No tengo palabras", rezaba su mensaje, para añadir: "Hemos perdido nuestro país, nuestros sueños, hemos perdido todo lo que soñábamos".

El activista Mahmoud Rashwani, residente en Alepo, ha tenido la suerte de haber podido salir de la ciudad. Pero desde Idleb, la zona rebelde donde ha sido trasladado junto con otros conciudadanos, su mensaje alerta de lo que está por llegar. "Lo peor no ha pasado aún", dice Rashwani. Evita decirlo explícitamente pero teme que el régimen, tras controlar completamente Alepo, avance con otra ofensiva para recuperar Idleb, todavía en manos rebeldes.

SIN REFUGIO NI COMIDA Y CON FRÍO

Los civiles de Alepo que han podido salir se enfrentan ahora a riesgos, quizá distintos, pero no menos importantes. En las áreas donde se concentran los desplazados escasean la comida, las medicinas y los lugares donde estar a cubierto. No ha habido tiempo de gestionar mínimamente la llegada de miles de civiles a zonas donde ya habían llegado otros refugiados. Además, no hay que pasar por alto las bajísimas temperaturas que azotan el país, lo que todavía perjudica más la salud de las personas ya debilitadas por meses de asedio.

Una situación delicada para miles de personas, tal y como plantea Adham Sahloul, miembro de la oenegé Syrian American Medical Society, que trabaja sobre el terreno en la recepción de recién llegados: "Es invierno, hace mucho frío, hay miles de personas que llegan desde las ciudadaes sitiadas que necesitan un tratamiento porque vienen de una asistencia sanitaria deficiente en tiempo de guerra".

CAMPO DE REFUGIADOS

Fuentes del Gobierno turco han explicado a Reuters que se está estudiando la posibilidad de crear un campo de refugiados con capacidad para 80.000 personas en territorio sirio pero a tan solo dos millas (algo más de tres kilómetros) de la frontera turca.

Por otra parte, Naciones Unidas se está movilizando para preparar refugio y atenciones básicas a los desplazados, especialmente, a los niños.