El referendo autonómico de la región de Tarija reflejó ayer otra vez el profundo abismo que divide a las dos Bolivias, la que apoya al presidente, Evo Morales, y aquella que lo considera, sin ambigüedades, un "indio" que no debe gobernar. La provincia del gas se inclinaba a favor del a asumir mayores competencias económicas e institucionales, en medio de incidentes menores (algunas carreteras bloqueadas y quemas de urnas). El Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, confiaba en que un alto nivel de abstención le permitiera también sentirse ganador de una consulta que el presidente ha calificado de ilegal e inconstitucional.

SEGUIRA EL EMPATE Tarija tiene fama de ser una ciudad "fiestera", amante de la música y el vino. Pero, en las últimas horas, el espíritu de juerga quedó en segundo plano. "Es el momento de que los ciudadanos se levanten y sea parte de esta historia", reclamó por la mañana en la misma Tarija el representante de la cámara patronal boliviana, el cruceño Gabriel Dabdoub. Los prefectos (gobernadores) de Santa Cruz, Beni y Pando, donde ya ganó el , también viajaron allí a apoyar a su colega, Mario Cossio. Cada bando sabe que el resultado de Tarija no altera por ahora el escenario de "empate permanente" entre el occidente "masista" y la llamada "medialuna" boliviana, que hizo suya las banderas de la autonomía en un país altamente centralizado.

En vísperas del referendo tarijeño, cerca de La Paz, en el complejo arqueológico de Tiwanaku, a 3.825 metros sobre el nivel del mar, centenares de personas recibieron el año nuevo 5516 de la comunidad indígena aymará. Los amautas (sacerdotes) prepararon las ofrendas al Tata Inti (Dios Sol). Luego, invitaron a los presentes a extender las manos hacia el cielo y recibir como "bendición" la energía de los rayos. El canciller, David Choquehuanca, pidió por la unidad del país. "Que todo se conserve bien y nos tratemos como verdaderos hermanos", rogó a la vez un oficiante del ritual.

El horizonte ofrece, sin embargo, otros presagios. En las últimas horas, el Gobierno dijo haber frustrado un intento de magnicidio. Como las dos personas detenidas fueron inmediatamente liberadas por la justicia, la oposición calificó la denuncia de farsesca. El sábado, una estación repetidora de la cadena televisiva Unitel, opositora a Morales, fue atacada con dinamita. Fue detenido el subteniente del Ejército Georgef Nava Zurita, quien confesó de inmediato trabajar en la sede de Gobierno. "Esto es un montaje", dijo el ministro de la presidencia, Ramón Quintana. Nadie espera que la tensión disminuya en los próximos días. Morales ya está en campaña con vistas al referendo revocatorio del 10 de agosto. "El pueblo dirá si sigue el cambio o si vuelven los gobiernos neoliberales. El pueblo es el mejor tribuna", dijo ayer el presidente en una Cochabamba que le es leal.

CONVOCATORIA Morales y su segundo, Alvaro García Linera, deberán convocar a nuevas presidenciales si el no a sus figuras supera el 53,7% de los votos que lograron en diciembre del 2005. Sin embargo, algunos gobernadores regionales podrán ser echados con apenas el 38% de los votos negativos.

En ese caso no solo están el prefecto de La Paz sino los de Tarija, Beni y Pando. Por eso, con Santa Cruz a la cabeza, esas regiones piden que el Gobierno suspenda el referendo revocatorio. Temen que solo beneficie a Morales. Pero antes, el próximo domingo, Chuquisaca elegirá autoridades regionales.