"Uka jacha uru jutasjiway ". "¡El gran día ha llegado!", gritaban ayer 20.000 campesinos llegados muy temprano a la ciudadela precolombina de Tiahuanaco para asistir a la proclamación de Evo Morales como "jefe supremo de los indios" andinos. Con los pies descalzos, vestido con un poncho rojo y un collar de flores, el presidente electo de Bolivia fue entronizado por los sacerdotes del sol aimaras en la ciudadela, un rito destinado a transmitir al mandatario "energía positiva" y "poderes telúricos y espirituales" que le ayuden a cumplir su mandato.

CEREMONIA MITICA Esta ceremonia india tradicional y mítica no la siguió ninguno de los 65 presidentes blancos que han gobernado Bolivia, una deuda que Morales ha querido saldar. Oficialmente asumirá su cargo hoy en el Parlamento, en presencia de 10 presidentes latinoamericanos, entre ellos el venezolano Hugo Chávez y el argentino Néstor Kirchner. El heredero del trono español, el príncipe Felipe de Borbón, también estará presente entre los invitados.

Evo Morales, soltero y padre de dos hijos de madres distintas, ha elegido finalmente a su hermana mayor para que asuma el cargo de primera dama.