El presidente de Bolivia, Evo Morales, celebra que, finalmente, los prefectos de las cinco zonas controladas por la oposición hayan recapacitado y aceptado la reunión que se celebrará, si se cumplen las previsiones, el próximo 7 de enero. Las relaciones del presidente boliviano y sus opositores se deterioraron ostensiblemente a raíz de la aprobación de la nueva Constitución por la Asamblea Constituyente sin la participación de la oposición.

Precisamente, este es uno de los puntos que los opositores desean abordar en la reunión, junto a los temas de la redistribución de los recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos y el mandato vinculante de las autonomías.

SIN CONDICIONES El presidente apuntó que se deben buscar soluciones a los problemas sociales, políticos y económicos de todos los sectores. Morales ha prometido recibirles con "una agenda abierta y sin condiciones" y les ha invitado a sumarse a este proceso de cambio basado en una revolución social, pacífica y democrática.

El Gobierno de Morales también insistió ayer en que consolidará su "revolución" a través de referendos. "El 2008 será el año de la consolidación de este proceso", dijo.