El presidente de Bolivia, Evo Morales, demostró hoy en Lima que es un entusiasta futbolista, y gran definidor de penaltis, en un partido jugado frente a ex figuras peruanas, como parte de su campaña de rechazo al veto a la altura. Vestido con la camiseta verde de la selección de su país y con el número 10 a la espalda, Morales, al frente de figuras como el ex mundialista Luis Cristaldo, fue la estrella de un choque que le puso la emoción a la Cumbre de los Pueblos, un encuentro político que se celebra en paralelo a la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE).

En un ambiente festivo, con iguales dosis de algarabía y de desorden, el gobernante hizo olvidar la ausencia de la ex estrella del fútbol argentino Diego Armando Maradona, quien había sido anunciado inicialmente por los organizadores. Como para reafirmar sus preferencias por el fútbol y la cumbre alternativa, Morales llegó a Lima y de inmediato se dirigió al estadio de la Universidad Nacional de Ingeniería para disputar el encuentro.

Ardua tarea tuvieron los periodistas para seguir las incidencias de un encuentro que concitó la atención de unas 4.000 personas, en su mayoría miembros de agrupaciones sociales y políticas nacionalistas y de izquierda. En la única tribuna del escenario, abarrotada por los asistentes, se escucharon típicos cánticos de hinchas fanáticos, aunque con gran contenido político, como "el que no salta es un aprista", en alusión al gobernante Partido Aprista Peruano (PAP), o recados hacia los periodistas, que fueron llamados insistentemente "prensa amarilla".

Remontada prodigiosa

Sin pasar a mayores, la emoción estuvo en el campo de juego, donde Morales tocó su primer balón, y recibió la primera falta, a los 5 minutos de juego, cometida por el ex defensa José Luis Carranza, un histórico cancerbero del Universitario de Lima. Aunque los asistentes celebraban cada vez que Morales tocaba un balón, era evidente que ansiaban una victoria peruana, lo que pareció concretarse cuando Perú se puso adelante en 2-0, guiado por el gran desempeño de ídolos nacionales como Héctor Chumpitaz o Julio César Uribe.

Fue Morales, sin embargo, el inspirador de una remontada prodigiosa ante los ya veteranos peruanos, al ceder un gran pase a los 16 minutos para Cristaldo, quien terminó siendo derribado en el área peruana. Demostrando que tiene pasta de futbolista, y que la presión de la tribuna no pesa sobre sus espaldas, el gobernante concretó el penalti con una definición de gran calidad, que dejó sin opciones al ex guardameta peruano Eusebio Acasuzo.

La invasión del campo por los reporteros, obligó a la árbitra peruana Silvia Reyes, que hace unas semanas fue insultada por un jugador uruguayo del club peruano Deportivo San Martín, a dar por terminada la primera mitad de juego. El segundo tiempo, disputado casi en la penumbra, permitió a los bolivianos conseguir la paridad, con un espectacular remate de tiro libre de Cristaldo, una figura que aún conserva intacta la calidad en sus botines.

La ausencia de iluminación artificial obligó a Reyes a dar por terminado un encuentro que mostró los contraste de una cita alternativa en la que todas las propuestas se encuentran, y algunas veces parecen colisionar. Morales agradeció, posteriormente, la presencia de las ex figuras peruanas en el encuentro y afirmó que el veto impuesto por la FIFA a los partidos disputados en la altura andina es "un apartheid" para el fútbol de su país.