La historia con sabor a culebrón y conjura al mismo tiempo del supuesto hijo de Evo Morales, que primero se creyó muerto y después que vivía en La Paz, ha tenido su capítulo judicial.

El presidente y su expareja, la hoy reclusa Gabriela Zapata, que días atrás presentó al supuesto hijo de Morales ante una jueza, fueron a las instalaciones del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) para la toma de pruebas de ADN. Morales se sometió al examen de paternidad. Zapata se negó a hacerlo.

El abogado Eduardo León adujo que su clienta pidió hacerlo al mismo tiempo que el líder del Movimiento al Socialismo (MAS). Como eso no ocurrió, abandonó el lugar, ubicado cerca del Palacio Quemado (de Gobierno) y regresó al penal de Miraflores.

Según León, Zapata le dijo a los abogados de Morales que si aceptaban su solicitud “el niño vendría inmediatamente” al IDIF. La defensa de Evo cree que todo es una cortina de humo.

El pasado 3 de febrero, dos semanas antes de que se realizara unaconsulta popular para reformar la Carta Magna y así habilitar el derecho a una nueva reelección de Morales, un periodista denunció en la televisión el vínculo entre Morales y Zapata, una joven abogada que representaba a la firma china CAMC.

COMPLOT DE LA OPOSICIÓN

El mandatario reconoció que tuvo una relación con ella entre 2005 y 2007 y que el hijo en común había fallecido. Un presunto familiar de Zapata dijo luego que eso no era cierto. Las redes sociales explotaron por los rumores. Morales perdió la consulta y desde entonces la justicia trata de determinar si el pequeño, que tiene ahora entre 8 y 9 años, es realmente hijo del presidente.

Zapata está detenida por tráfico de influencias y enriquecimiento indebido desde el pasado mes de febrero. La fiscalía allanó la lujosa casa donde vive la abogada, en la zona sur paceña, y se llevó documentos y un ordenador. El vicepresidente Álvaro García Linera aseguró que los hermanos de la abogada estaban complotados con la oposición.

Pero una de las hermanas, Paola Zapata, dijo que en su familia nadie conoce al menor. Para mayor confusión, Zapata aseguró la semana pasada haber presentado ante las “autoridades competentes” al hijo que tuvo con Morales “Quiero dirigirme a él directamente: por favor, que tome cartas en el asunto y lo proteja porque los apoderados que tiene, que hablan a nombre de él, sólo están manoseando a mi hijo”, dijo.

A pesar de su derrota electoral de febrero, Morales mantiene una alta popularidad. De acuerdo con una encuesta divulgada anoche en La Paz, el 61,3% de los bolivianos aprueba su gestión. El sondeo, que se realizó este mes, da cuenta a su vez que el 54,4% de los consultados “confía” en el presidente.

PROTESTA DE DISCAPACITADOS

Mientras Morales se dirigía al IDIF, cientos de miembros de la Confederación Boliviana de Personas con Discapacidad, se instalaron en la plaza San Francisco, el punto paceño donde concluyó una larga caravana procedente de Cochabamba con el propósito de exigir un bono de 500 bolivianos mensuales (72 dólares).

“Estamos fuertes, somos muchas personas quienes se sumaron a esta demanda, por lo que le pido al presidente Morales que nos reciba”, dijo el líder de la agrupación, David Cuyo. Tras llegar a la sede de Gobierno, los discapacitados, muchos de ellos en silla de ruedas, decidieron pasar su primera noche en el atrio de la iglesia San Francisco a la espera de ser convocados por las autoridades.

El ministro de Trabajo, Gonzalo Trigoso, dijo que el Gobierno está abierto al diálogo. “Nos interesa llegar a un acuerdo que sea integral y que pueda resolver en general todos sus problemas”, añadió.