El ex dictador boliviano Luis García Meza regresa hoy a la cárcel de Chonchocoro en iguales condiciones que el resto de los presos, después de que un juez le ordenara desmantelar la vivienda que se había construido en el penal que contaba incluso con un pequeño "jacuzzi", informó a Efe una fuente oficial.

"Tendrá un catre y lo necesario para que pueda vivir en las mismas condiciones que cualquier otro preso", dijo a Efe el director de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos.

El exdictador (1980-1981) cumple desde 1995 una condena de 30 años en una cárcel del altiplano boliviano por nueve delitos, entre ellos sedición, asesinato, malversación y hurto de bienes del Estado cometidos durante la dictadura, aunque ha estado un año ingresado en el hospital militar de La Paz recibiendo un tratamiento contra el cáncer.

García Meza se había construido en el penal una "casita" con comodidades como "gimnasio, sala de parrilladas, sala de recepción, cama muy amplia y confortable, y mil cosas", declaró Llanos.

La vivienda, que también tenía un patio con césped sintético, ha sido desmantelada y los familiares del exdictador han retirado todos los enseres en los plazos decretados por las autoridades.

García Meza recibió el pasado 17 de julio la notificación para desocupar los espacios extra que ocupaba en las instalaciones carcelarias.

La fecha coincidió con el 33 aniversario de su golpe militar en el que murieron y desaparecieron varios dirigentes de izquierda, entre ellos el socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.

El exdictador, que cumplirá 84 años en agosto próximo, fue extraditado por la Justicia brasileña en marzo de 1995 y debe cumplir en Chonchocoro su condena sin derecho a indulto.