Palabras desde la tumba para acusar a sus asesinos. El caso del exespía ruso envenenado el 1 de noviembre dio ayer un nuevo giro cuando se leyó ante los periodistas una carta suya, escrita dos días antes de morir. En ella, Alexander Litvinenko, de 43 años, fallecido el jueves, acusaba directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, de ser el responsable de su envenenamiento con una sustancia radiactiva, que ha resultado ser polonio 210.

Alexander Goldfarb, un amigo del excoronel del KGB, leyó una carta de este frente al University College Hospital, donde murió tras 23 días de agonía. "Usted puede tener éxito en silenciar a un hombre, pero los gritos de protesta de todas partes del mundo van a resonar, señor Putin, en sus oídos el resto de su vida". Y añadía: "Que Dios le perdone por lo que me ha hecho, no solo a mí, sino también a la querida Rusia y a su pueblo". El padre del fallecido, entre sollozos, declaró: "Ese régimen es un peligro mortal para el mundo".

ENTREVISTA Litvinenko también dejó una entrevista póstuma. El diario The Times publicaba ayer una conversación con el exespía hecha pocas horas antes de su muerte. "Esto demuestra que lo que se ha estado diciendo es verdad". El exespía reiteró que el Gobierno ruso estuvo detrás de varios atentados perpetrados en 1999 para culpar a los chechenos y facilitar la victoria de Putin en las elecciones.

Las graves acusaciones fueron desmentidas ayer por Putin en Helsinki, donde se celebraba una cumbre de la UE y Rusia. El mandatario calificó la muerte de Litvinenko como una "tragedia", pero aseguró que no existe una "prueba definitiva" que demuestre que fue "una muerte violenta". Luego advirtió al Reino Unido: "Es lamentable que un acontecimiento tan trágico se utilice para provocaciones políticas".

El Gobierno británico ha solicitado a Rusia que colabore con Scotland Yard. Además, el Reino Unido convocó a su comité de emergencias Cobra para que las fuerzas de seguridad analicen el suceso. La policía, reveló que el exagente fue envenenado con polonio. La policía halló restos de esta sustancia en su casa, y en el restaurante y el hotel donde el exespía se reunió con varias personas el 1 de noviembre.

La alarma causada por esta revelación se puso de manifiesto cuando el comunicado de la policía fue seguido de una rueda de prensa de dos responsables de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido, que explicaron que este tipo de muerte es "un suceso sin precedentes" en el país. Sus responsables explicaron que se había detectado una gran cantidad de polonio 210 en la orina del fallecido, que podría haber sido ingerida a través de alimentos, inhalada.

AMIGOS A SALVO El especialista Pat Troop explicó que la Agencia de Protección de la Salud está actualmente sometiendo a análisis a las personas que estuvieron en contacto con Litvinenko durante su estancia en el hospital, aunque señaló que el peligro para ellos es "insignificante".

Al final de la intervención de Troop, otro incidente añadió más dramatismo al día, cuando un refugiado ucraniano pidió ayuda diciendo que él también había sido envenenado.