El aumento de gente sin hogar en el Reino Unido puede convertirse en un problema aún mayor tras el brexit, ya se aplique con o sin acuerdo, si nos atenemos a los informes elaborados recientemente sobre el impacto que la salida de la UE tendrá sobre la economía británica. Los estudios hechos públicos recientemente, incluido el elaborado por el propio Gobierno de Theresa May que vio la luz el pasado mes de noviembre bajo el título Análisis económico a largo plazo, prevén una reducción del Producto Interior Bruto (PIB) de entre un 2% y un 4% la próxima década.

El trabajo elaborado por los ministerios del Tesoro y Empresa señala que ese descenso se registrará en el caso de un brexit pactado. De no ser así , la pérdida de riqueza será aún mayor, de un 9,3% en 15 años. May dijo hace dos meses que su propuesta es la que «mejor protegerá el empleo y la economía» del Reino Unido. Un argumento con el que aún intenta convencer a los euroescépticos de su partido.

Otros dos informes independientes aparecidos también en noviembre coinciden en el análisis oficial. El brexit reducirá el tamaño del comercio internacional, lo que tendrá un efecto permisivo para el país. Los documentos advierten que los acuerdos comerciales con terceros países apenas favorecerán el crecimiento, un 0.1% del PIB. «El brexit nos hará más pobres», es la conclusión.

La incertidumbre sobre el futuro más inmediato ha incidido de manera importante en el número de personas de la Unión Europea que se han trasladado a vivir y trabajar en el Reino Unido.

Los informes económicos del pasado noviembre coincidieron con unos datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística que indicaban que el número de inmigrantes del continente en tierras británicas había registrado su cifra más baja de los últimos seis años. Es el fenómeno conocido como brexodus, gente que decide no optar a un trabajo en la isla o empresarios que deciden no contratar a gente de fuera por la gran incertidumbre reinante.

En todo caso, los informes independientes advierten de que el déficit de trabajadores del resto de la Unión Europea será negativo. «Hospitales, escuelas o constructoras tienen dificultades para contratar a los trabajadores que necesitan», aseguró entonces el director de la patronal británica CBI, Matthew Fell.