Roh Moo-hyun, presidente de Corea del Sur entre el 2003 y el 2008, murió ayer tras saltar por un acantilado en el sur del país, poco después de dejar una nota escrita de despedida para sus familiares. El exmandatario surcoreano estaba siendo investigado por corrupción, asunto que le había avergonzado y sumido en una profunda depresión. De 62 años de edad, Moo-hyun se precipitó al vacío desde más de 30 metros de altura aprovechando un descuido de su guardaespaldas. Murió tres horas después de ingresar en un hospital.

La noticia conmocionó a los surcoreanos. El presidente Lee Myung-bak, líder del conservador Gran Partido Nacional y sucesor de Moo-hyun, comentó que el suceso "era difícil de creer", y lo calificó de "muy triste y lamentable".

Moo-hyun heredó muchas de las políticas de su predecesor, el Nobel de la Paz Kim Dae-jung, especialmente las referentes al acercamiento a Corea del Norte. En octubre del 2007 se convirtió en el primer presidente surcoreano en cruzar a pie la frontera. Además, ayudó económicamente a su vecino para promover su desnuclearización, pero no logró el definitivo tratado de paz. Lee, actual presidente, ha cancelado parte de esas políticas y ha elevado la tensión de las dos Coreas.

NOTA DE DESPEDIDA Moo- hyun dejó una nota de despedida en el ordenador a su familia donde explicaba la desazón por la causa legal en curso. "No soy capaz de hacer absolutamente nada porque no me encuentro con buena salud. No puedo leer ni escribir". Lo cierto es que le esperaba un ajetreo judicial del que muy difícilmente habría salido airoso, y al que rehusó enfrentarse. "No me puedo ni imaginar las incontables agonías en el camino. El resto de mi vida solo sería una carga para otros", escribió. "¿Acaso no son la vida y la muerte parte de la naturaleza? No lo lamentéis. Es el destino", pidió a sus familiares.

La corrupción no es rara en la joven democracia surcoreana. Marcas nacionales como Hyunday o Samsung suelen pagar bajo mano favores a la clase política. De hecho, Moo-hyun es el tercer presidente surcoreano investigado por corrupción. Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo habían sido condenados a muerte en 1995 por recibir sobornos e incitar a un amotinamiento, aunque fueron perdonados dos años después. Sin embargo, el actual escándalo es mayúsculo, porque Moo-hyun siempre abanderó la lucha contra la corrupción.

La justicia investigaba el pago de un millón de dólares (unos 800.000 euros) a su esposa de un rico empresario de zapatos, que dio otros cinco millones de dólares al marido de una de sus sobrinas. En un interrogatorio, el expresidente negó que el primer pago fuera un soborno y calificó de inversión el segundo.