El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, dio por zanjada la polémica con Israel por las manifestaciones contra la invasión de la franja que se celebraron en varias ciudades españolas durante el fin de semana y, en concreto, la que recorrió las calles de Madrid detrás de una pancarta en la que se leía Paremos el genocidio en Gaza. Moratinos dijo ayer que no cree que el malestar de Israel vaya a ir "más allá" del expresado en público el domingo por la tarde mediante un comunicado de su legación diplomática en Madrid y, en privado, por el embajador, Raphael Schutz. De hecho, la embajada israelí, en un comunicado, afirmó que las líneas de comunicación con el Gobierno español son "abiertas y fluidas".

Como muestra de las buenas relaciones con Tel-Aviv, Moratinos adelantó la lista de dirigentes israelís a los que verá entre hoy y mañana. Esta tarde tiene previsto reunirse con su homóloga, Tzipi Livni; la presidenta de la Kneset, Dalia Itzik; y Binyamin Netanyahu, candidato del Likud a las elecciones de febrero.