El permiso que una veintena de buques han recibido de Israel para atracar en el puerto de Beirut no impide que empiecen a cundir los nervios entre los miles de extranjeros que aguardan para escapar del Líbano. Aunque ayer fue la jornada con más evacuaciones, los gobiernos de una treintena de países pasan aprietos para satisfacer todas las solicitudes de evacuación que llegan a sus embajadas.

El embajador de España en Beirut, Miguel Benzo, dijo que 625 españoles han podido salir del Líbano. El grueso de las repatriaciones se ha dado por terminado, y los españoles que quedan saldrán en contingentes de otros países.