La extrema derecha de Rumanía no disputará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales como en los comicios del 2000, pero los resultados que ha obtenido en las legislativas le han dado la llave del Gobierno rumano. Escrutados poco más del 50% de los votos, el ultranacionalista Partido Rumanía Grande (PRM) se ha colocado como la tercera fuerza política del país y la única opción de los partidos mayoritarios para hacerse con el control del Parlamento.

"Sólo nos pronunciaremos sobre una eventual alianza con uno de los dos partidos más votados cuando conozcamos el resultado definitivo", manifestó ayer Corneliu Ciontu, vicepresidente del PRM. Su formación es, sin duda, la que saldrá más beneficiada del reparto casi igualitario de votos entre el gubernamental Partido Socialdemócrata (PSD) y la alianza de centroderecha Justicia y Verdad. La ventaja del PSD ayer era de sólo dos puntos.

SEGUNDA VUELTA La situación es similar en el voto presidencial. El candidato del PSD y primer ministro rumano, Adrian Nastase, aventaja a su principal adversario del centroderecha, Traian Basescu, en siete puntos, y es casi seguro que ambos se verán las caras en la segunda vuelta, el 12 de diciembre.