12 días después de la matanza en dos mezquitas de Nueva Zelanda y tras meses de críticas y conversaciones con representantes de grupos de derechos civiles y académicos expertos en relaciones raciales en todo el mundo, Facebook ha anunciado este miércoles un veto tanto en esa red social como en Instagram a contenido explícito de alabanza, apoyo y representación de nacionalismo y separatismo blanco. Está claro que estos conceptos están profundamente vinculados a grupos organizados de odio y no tienen cabida en nuestros servicios, ha explicado en un post la compañía, que tiene 2.000 millones de usuarios y ya prohibía contenido explícito de supremacistas blancos.

La nueva medida se empezará a aplicar la semana que viene. A partir de entonces, quienes busquen términos vinculados a esos conceptos o intenten subir materiales serán redirigidos a la web de Life after Hate (Vida después del odio), una organización fundada por antoguos extremistas que hace tareas de educación, intervención y apoyo.

EL "SEPARATISMO VASCO"

En su argumentación pública la empresa fundada por Mark Zuckerbeg ha explicado que originalmente no prohibía el contenido del nacionalismo y separatismo blanco porque los enmarcaba en conceptos más amplios entre los que menciona, en concreto, el orgullo americano y el separatismo vasco, que asegura que son parte importante de la identidad de un pueblo. Hace dos años, tras la violencia supremacista en Charlottesville , asentó la distinción en una clarificación de su política interna, algo que generó las críticas de activistas, expertos e historiadores. Y tras las conversaciones recientes con ellos Facebook dice haber llegado a la conclusión de que ya no pueden hacer la distinción. En adelante, aunque la gente seguirá pudiendo demostrar orgullo por su herencia étnica, no toleraremos alabanza o apoyo por el nacionalismo y el separatismo blanco, prometen.

Según ha revelado 'Motherboard', que ha entrevistado al director de política antiterrorista de Facebook, Brian Fishman, por ahora solo se prohibirán expresiones y contenidos explícitos pero no los ímplícitos o codificados, que según la empresa son "más difíciles de detectar".

En el ojo del huracán también por la retransmisión en directo de la matanza en Christchurch en su red, Facebook reconoce que queda mucho trabajo por hacer para ser mejores y más rápidos en localizar y eliminar odio de las plataformas. Aunque la empresa habla de progresos en los últimos meses a escala global no fue capaz de frenar la retransmisión y posterior propagación del vídeo de la última masacre y en ese terreno no anuncia ninguna medida concreta.