Un avión de las líneas aéreas de Uzbekistán, un Yak-40, con 36 personas a bordo se estrelló ayer cuando iniciaba la maniobra de aterrizaje en la pista del aeropuerto de la capital, Tashkent.

Las primeras informaciones apuntaron la posibilidad de que la causa del accidente fuera la espesa niebla que cubría las instalaciones aeroportuarias. El Ministerio uzbeco de Interior descartó que se tratara de un atentado. El avión de Uzbekistán Airways cubría un vuelo interior entre la ciudad de Termez, situada a unos 650 kilómetros, cerca de la frontera afgana, y la capital, Tashkent.

Los equipos de rescate tuvieron graves dificultades para recuperar los restos mortales de los ocupantes, que estaban desperdigados por toda la pista. El accidente desencadenó el caos en el aeropuerto de Tashkent.