La viuda del capitán de navío Manuel Martín-Oar recibió de manos del ministro de Defensa, Federico Trillo, la gorra y la bandera española que cubría el féretro y a esas prendas se aferraba al salir de la iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María (Cádiz) tras un funeral íntimo. A la ceremonia religiosa acudieron tres ministros, pero no Aznar, que prosigue sus vacaciones en Menorca. Tampoco fue el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, atendiendo al deseo de la viuda de un acto familiar. Sí fue el presidente andaluz, Manuel Chaves.

Durante el funeral no hubo alusión alguna a la guerra de Irak, donde Martín-Oar se dejó la vida. La decisión del fallecido de "servir a la paz" fue destacada por el celebrante, el obispo de Asidonia-Jerez, Juan del Río. En la homilía, destacó el positivo papel que la ONU desempeña en Irak y denostó el terrorismo. Ante éste, "no caben medias tintas", argumentó, tras insistir que "no puede ser justificado "nunca".

El Ministerio de Defensa anunció ayer por la tarde que los restos mortales del capitán de navío serán sometidos a una autopsia para determinar cuál fue la causa exacta que le provocó la muerte.