Familiares de una víctima civil de un ataque con 'drones' (aviones no tripulados) de EEUU en Pakistán testificaron el miércoles ante el Congreso estadounidense por primera vez y pidieron el fin de estos ataques.

Rafiq u Rehman, un profesor de enseñanza primaria en la región de Waziristan del Norte, fronteriza con Afganistán, y sus dos hijos Zubair, de 13 años, y Nabila, de 9, hablaron el Capitolio sobre la tarde en que la abuela de los niños falleció por un bombardeo con 'drones' mientras recogía legumbres en el huerto.

"¿Qué os hizo mi abuela?", lanzó a los congresistas la pequeña Nabila. Los dos misiles lanzados desde el avión no triupulado que mataron a su abuela la hirieron a ella y a otros siete niños.

Con el tradicional 'pakul' ceñido a la cabeza, Rafiq hizo que la intérprete que traducía sus palabras rompiera en llanto cuando el maestro afirmó ante un reducido grupo de congresistas: "Mi trabajo es educar, pero ¿cómo puedo explicar algo que ni siquiera yo entiendo? ¿Cómo puedo asegurar a los niños que un 'drone' no vendrá y los acabará matando?.

La familia de Rafiq quedó rota el 24 de octubre del 2012 cuando un 'drone' supuestamente operado por la CIA mató a su madre y abuela de sus hijos, Momina Bibi, de 67 años, en la víspera de la festividad musulmana de Eid.

El joven Zubair, que resultó gravemente herido en la pierna, afirmó en su testimonio que ya no le gustan "los días con el cielo azul" y que prefiere los días nublados porque sabe que los 'drones' no volverán. "Los niños ya no juegan tan a menudo ahora y muchos han dejado de ir a la escuela" por el miedo al sobrevuelo de los aviones no tripulados, aseguró el adolescente.

Según Amnistía Internacional, la guerra de EEUU contra militantes islamistas radicales en regiones remotas de Pakistán ha causado unas 2.200 muertes en la pasada década, entre ellas la de 400 civiles y posiblemente otros 200 no combatientes.