Lo de Irak es ya una vieja historia, repetida en toda guerra contrainsurgente. Ya pueden cantar misa Bush y los militares de EEUU, que los fantasmas de la guerra de Vietnam regresan de nuevo. Entonces se decía que la guerrilla ganaba si no perdía y que los americanos perdían si no ganaban. Pues en esas estamos. La resistencia iraquí amenaza, pero no ocurre nada. Y el ataque se producirá cuando nadie lo espere. Nervios, tensión, desconcierto: la resistencia también aplica la guerra psicológica.