El mayor revés militar sufrido por el presidente, de Colombia, Alvaro Uribe, durante sus tres años y medio de gobierno, y la antesala de la que amenaza con convertirse en una sangrienta campaña para las elecciones del 2006, en las que disputará su reelección. Así se interpretó el ataque perpetrado el martes por 300 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contra 90 militares en la zona rural de Vista Hermosa, en el centro de Colombia. Murieron tres suboficiales y 26 soldados.

El Ejército dijo que las FARC no ahorraron munición y atacaron a los militares con ametralladoras punto 50, capaces de derribar aviones. Para los analistas, el ataque es un duro golpe al Gobierno y forma parte de una escalada de violencia preparada por las FARC para debilitar a Uribe en las urnas.