Los 90 meses de calvario de Alan Jara terminaron ayer. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaron al exgobernador del departamento de Meta, en un intento de atenuar su desprestigio y el enorme rechazo que provocan en la sociedad. El portavoz del Comité de la Cruz Roja, Yves Heller, informó primero que Jara estaba en poder de la misión humanitaria encabezada por la senadora Piedad Córdoba. Horas después, la televisión mostró las imágenes del exrehén.

Jara, secuestrado en junio del 2001, fue entregado en la zona rural del Guaviare. El helicóptero brasileño, con el emblema de la Cruz Roja, se dirigió después a Villavicencio, donde fue recibido por el jefe de la Policía de Colombia, el general Oscar Naranjo. Allí estaban también Claudia Rugeles, esposa de Jara y Carlos Felipe, su hijo de 14 años.