El proyecto de farsa de resolución presentado al Consejo de Seguridad de la ONU es un paso más, quizá el último, ante el abismo. Se acusa a Sadam Husein de haber "desaprovechado su última oportunidad".¿Cuáles son las intenciones reales? Primera, abrir un plazo para convencer a los miembros del Consejo, hasta sumar nueve, y persuadir a Francia, Rusia y China de que no opongan su veto. Segunda, completar el despliegue militar necesario en la zona. Un proceso que concluiría en torno al 7 de marzo, cuando los inspectores presenten sus nuevos informes. Inmediatamente después, entre el 8 y el 12, una nueva resolución autorizando el uso de la fuerza. Si se llega a esto, las campanas doblarían por las Naciones Unidas, que aprobarían una medida contraria a la legalidad internacional. La paz y el honor están en manos de Francia, Rusia y China. El resto, con sus acólitos, están dispuestos a seguir el mandato de la Casa Blanca y a poner en pie de guerra al mundo árabe.