Tres ciudadanos afganos fueron arrestados la noche del sábado por agentes del FBI en el marco de una investigación sobre terrorismo relacionada con un posible atentado en Nueva York, cuyo objetivo podría haber sido uno de los centros neurálgicos de la ciudad: la estación de metro Grand Central, que domina el corazón de Manhattan, por donde se calcula que a diario pasan medio millón de personas. Unos supuestos planes que han disparado nuevamente las alarmas.

Najibulá Zazi, afgano de 24 años con residencia legal en EEUU, y su padre, Mohamed Wali Zazi, de 53 años y nacionalidad estadounidense, fueron detenidos en Denver y comparecerán hoy ante un juez de Colorado, mientras que Ahmad Wais Afzali, de 37 años y también con residencia legal, fue arrestado en el distrito neoyorquino de Queens y deberá presentarse sin dilación ante un juez federal de Nueva York.

Dos de los detenidos habían sido interrogados el pasado día 11 después de que los agentes hallaran un portátil con instrucciones para fabricar bombas y detonadores. Uno admitió que recibió entrenamiento en explosivos en un campamento de Al Qaeda en Pakistán, pero negó estar vinculado a la red de Obama bin Laden ni estar planeando un atentado.

Los tres sospechosos han sido acusados de "mentir" en sus declaraciones y, de ser hallados culpables, se enfrentarían a una pena máxima de ocho años de cárcel, según el Departamento de Justicia, que precisó que están investigando a otras personas en conexión con un plan para hacer detonar bombas en el interior de los EEUU.