Hasta el miércoles, James Cromitie, David Williams, Omta Williams y Laguerre Payen eran delincuentes menores con antecedentes por pequeños delitos, todos ellos conocidos entre sí desde su paso por la cárcel. Desde ayer, estos cuatro ciudadanos de Newburgh --unos 100 kilómetros al norte de Nueva York-- engrosan la lista de terroristas de EEUU. Aunque afortunadamente para Nueva York su intención de sumarse a la yihad no iba acompañada ni por sofisticación ni por contactos con células u organizaciones terroristas y fue frustrada gracias a un colaborador del FBI, querían poner dos bombas frente a dos sinagogas del Bronx y atacar con misiles aviones militares.

Los cuatro sospechosos --tres de ellos convertidos recientemente al islam-- fueron arrestados el miércoles por la noche cuando habían colocado frente a los dos templos judíos, cercanos entre sí, dos coches con lo que creían que eran 17 kilos de explosivos. Pensaban dirigirse después a una base de la Guardia Nacional en Newburgh, donde pretendían lanzar un misil tierra-aire Stinger contra aviones militares y hacer estallar las bombas frente a las sinagogas con detonadores remotos en teléfonos móviles.

EXPLOSIVOS FALSOS Ni las bombas ni el misil eran operativos, pues se los había facilitado en una operación encubierta el FBI, que llevaba trabajando en el caso desde junio del año pasado, cuando un informador reveló los planes de los ahora arrestados. Y aunque en ningún momento llegó a haber peligro inminente de atentado, la mera existencia de la trama, en palabras del alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, "muestra que las amenazas a la seguridad nacional en Nueva York lamentablemente son muy reales y recuerda que deben proseguir los esfuerzos de vigilancia para evitar el terrorismo".

Uno de los detenidos nació en Haití y los otros tres eran ciudadanos estadounidenses. Los padres de Cromitie, de 44 años y definido como el líder de la operación, habían vivido en Afganistán y, según el informador, Cromitie había mostrado repetidamente su rabia por la guerra en ese país y en Pakistán.

Los documentos legales presentados en un tribunal de White Plains, donde debían comparecer ayer los detenidos para afrontar cargos de conspiración para usar armas de destrucción masiva y para adquirir y utilizar misiles antiaéreos, aseguran también que Cromitie dijo que "el mejor objetivo las torres gemelas ya ha sido atacado".

El plan para atentar contra las sinagogas extendió en ellas una sensación de susto y sorpresa. Mientras, en la mezquita a la que acudían los arrestados se expandía cierta incredulidad. "Ni siquiera permitimos conversaciones políticas", declaraba a la prensa Quasar Choudhury, uno de los asistentes al templo.