Quizá Fidel Castro no celebró ayer su 83º cumpleaños vestido con su terno verde oliva y el rombo rojo y negro de comandante en jefe, sino con el chándal Adidas, su pijama de una particular convaleciente en la que ha convertido su lecho de enfermo, desde hace tres años, en una oficina de trabajo que lo mantiene omnipresente en la vida de Cuba con la terquedad de guerrero impenitente que siempre le ha caracterizado.

Y, para que no quede lugar a dudas, su artículo --perteneciente a una serie que aparece con el título de Reflexiones del compañero Fidel -- publicado ayer estuvo dedicado a la crisis financiera de EEUU, el "imperio americano", su enemigo preferido, y al desbarajuste que esa nación ha causado en los mercados del planeta.

Lo demás fue la rutina de cada año desde que se celebra el día de su nacimiento. Los medios lo difundieron, eso sí, de manera profusa, aunque no se celebraron festejos dado que el país vive una de sus peores crisis económica en décadas, con la gente preguntándose cómo va a salir de esta . El miércoles se inauguró una exposición con 83 imágenes del líder, una por cada aniversario. La serie incluye una tomada hace un mes y medio por su hijo Alex.

´COMANDANTE SIEMPRE´ Sí se efectuó una especie de fiesta algo disfrazada con el pretexto de que el 12 de agosto, la víspera del cumpleaños de Fidel, es el Día de la Juventud. Hubo actividades recreativas y deportivas por todas partes, siempre con el Feliz cumpleaños como tela de fondo, y se transmitió una canción dedicada al exmandatario en la que una de las estrofas dice "siempre serás comandante, siempre serás nuestra estrella".

Del hombre que dirigió el destino de la nación durante casi medio siglo, los cubanos hoy solo saben que escribe artículos, uno tras otro, la mayoría de las veces contra todas las banderas, pero desde el 26 de julio del 2006 no lo ven de manera directa, solo en vídeos y fotos.

Además, a Fidel no se le escucha. Después de casi medio siglo de oírlo casi ininterrumpidamente, hace mucho que los cubanos no oyen la voz de este estadista con récords en largos discursos, comparecencias televisivas sin fin y una adicción por las tribunas donde hacía gala de su arrollador carisma.

LA TRANSICION En cambio, y siendo casi una sombra, Fidel está presente en la vida de la gente de esta isla. Y el tema son los cambios, las reformas, la transición --que la propaganda identifica como "transición hacia más socialismo"-- y la gente razona de la forma siguiente: si Raúl, heredero reglamentario del poder, no ha avanzado más en las transformaciones es porque Fidel se lo impide. Hay versiones para todos los gustos sobre el alcance de la influencia del expresidente: desde las que sostienen que en la isla no se mueve nada sin su permiso hasta las que se refieren a un régimen bicéfalo con dominios pactados entre los dos hermanos.

Cierto o no, la avalancha de cambios que se esperaba y que empezaron a sucederse cuando Raúl Castro --al anunciar Fidel su retiro el 31 de julio del 2006-- comenzó a mover los hilos de la nación se han ralentizado: fueron entregadas tierras en usufructo, a los cubanos se les permitió poder hospedarse en hoteles y comprar móviles. Sin embargo, no se ha avanzado en temas como flexibilizar los viajes fuera de la isla, darle alguna representación, aunque mínima, a la iniciativa privada, adquirir un coche, comprar o vender una casa... Y en el orden político, desde luego, todo sigue igual.