Decenas de miles de filipinos salieron ayer a la calle para expresar su dolor por la muerte de la que se convirtió en la década de los ochenta en la primera presidenta en la historia de Filipinas. Corazón Aquino falleció la madrugada de ayer tras más de un año de lucha contra un cáncer de colon. Aquino se hizo con la jefatura del Estado tras mantener un duro pulso con el entonces dictador Ferdinand Marcos y su mujer, Imelda Marcos.

De 76 años, la exmandataria de Filipinas murió en un hospital de Manila rodeada de sus cinco hijos. La actual presidenta del país, Gloria Magapagal Arroyo, decretó diez días de duelo nacional. "Hoy, Filipinas ha perdido un tesoro nacional", afirmó Arroyo en un mensaje desde Washington, donde se encuentra en visita oficial. "Aquino ayudó a liderar la revolución que restableció la democracia y el gobierno de la ley en nuestra nación en un momento de grandes peligros", añadió. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también dedicó unas palabras a través de un portavoz a la presidenta fallecida. "Su coraje, su determinación y su liderazgo moral son una inspiración para todos nosotros y ejemplifican lo mejor de la nación filipina".

Corazón Aquino se vio de un día para el otro al frente del movimiento democrático que lideraba su marido, Benigno Aquino, que fue asesinado en el aeropuerto de Manila en 1983, cuando regresaba del exilio.

Tres años más tarde, tras encabezar un movimiento de protesta pacífico, se midió en las urnas al dictador Marcos, que acabó huyendo del país junto a su mujer. "Conozco mis limitaciones, y no me gusta la política. Me vi involucrada por mi marido", dijo Aquino en una ocasión.

CEREMONIA PRIVADA Durante su mandato, que fue de 1986 a 1992, Cory, como era conocida en su país, superó hasta siete intentos del golpes de Estado.

El cuerpo sin vida de la exmandataria filipina fue trasladado ayer del hospital a la escuela católica De La Salle Grenhills, donde estará expuesto hasta mañana el lunes. Está previsto que los restos de Aquino sean enterrados el próximo miércoles en una ceremonia privada en el cementerio Manila Memorial Park, junto a su marido.