Ralf Schulz se encargó durante diez meses, cinco días a la semana, de cuidar y dar compañía a unos ancianos en una residencia de la tercera edad en Berlín. Aunque no contaba con ninguna experiencia previa, ganó 568 euros mensuales. Como él, anualmente unos 90.000 jóvenes alemanes se decantan por realizar un servicio a la comunidad --Zivildienst en alemán--, como alternativa al servicio militar. O por lo menos, era así hasta ahora. El Gobierno germano ha acordado este mes suspender el servicio militar obligatorio a partir del 1 de julio del 2011 y de paso asentar las bases para llevar a cabo una reforma que prevé una drástica reducción de los efectivos de las Fuerzas Armadas. Una decisión con la que se pone fin a 50 años de mili en Alemania y, por tanto, también el final de la alternativa de lo que en España se llamó objeción de conciencia.

Una decisión definida por el ministro germano de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, como "responsable y acertada", pero que deja una pregunta en el aire: ¿quién ocupará a partir de ahora los puestos de los jóvenes que hasta ahora realizaban el servicio comunitario?

Aunque la respuesta o reacción real se verá a partir de mediados del año que viene, muchas fuentes apuntan a que la abolición de la mili en Alemania, y por tanto la desaparición de la figura del "objetor", no solo privará a todo el país del beneficioso papel que hasta ahora ofrecían estos jóvenes a la comunidad. Además, podría provocar un caos en las universidades que, en breve, podrían ver multiplicar el número de las solicitudes de ingreso.

Dos posibilidades que para nada pasan desapercibidas para el Gobierno alemán, como lo atestigua que, a solo unos días de la toma de esta decisión, Berlín no descartara tomar medidas de carácter inmediato destinadas a canalizar el aumento de objetores o zivis , como popularmente se conoce en Alemania a los jóvenes que se decantan por el servicio comunitario.

VOLUNTARIADO Ahora, más que nunca, se empieza a hablar con más fuerza del voluntariado. Sin ir más lejos, la Cruz Roja alemana espera reemplazar a los 9.371 objetores que emplea por otros tantos voluntarios. Schulz está seguro de que muchos puestos no se podrán ocupar, además de privar de un futuro profesional a muchos jóvenes que como él decidieron continuar su labor más allá del servicio social sustitutorio.