Ayer comenzó el primer acto formal que debería llevar, dentro de casi un mes, a una crisis del Gabinete presidido por Silvio Berlusconi. Gianfranco Fini, presidente del Congreso y hasta hace poco aliado de Berlusconi, ha dejado al Gobierno en minoría al retirar a un ministro, dos viceministros y un secretario de Estado. Hace dos semanas los 40 diputados de Fini ya constituyeron un nuevo partido, Futuro y Libertad para Italia (FLI). Paralelamente los conservadores han presentado una moción de confianza al Gobierno en el Senado y los progresistas una de censura en el Congreso.

Los centristas del UCD, en la oposición, también van a presentar una moción de censura. Mayoría y minorías han acordado aplazar las diatribas hasta la aprobación de los presupuestos generales, antes del 10 de diciembre.

BLOQUEO LEGISLATIVO El presidente de la República, Giorgio Napolitano, ha convocado para esta tarde a los presidentes de la Cámaras. Aun sin los finianos, los conservadores mantienen una mayoría en el Senado y Berlusconi confía en obtener la confianza de ambas Cámaras, vislumbrando en caso contrario elecciones solo para el Congreso. La Constitución lo permite, pero siendo el Senado solo un doble del Congreso, un resultado distinto para las dos Cámaras llevaría a un bloqueo del poder legislativo.