La fiscalía de Milan abrió un nuevo sumario contra el primer ministro, Silvio Berlusconi, por evasión fiscal y falsificación de balances. La noticia sacudió ayer el mundo político italiano, que ya se encuentra bastante excitado desde hace días por otro proceso contra el magnate por soborno de jueces. La mayoría parlamentaria trata de parar estos juicios con nuevas y urgentes leyes que pongan a salvo al jefe del Ejecutivo que, además, a partir de julio ocupará la presidencia de turno de la UE.

Por si Berlusconi no tenía suficientes problemas, ayer Umberto Bossi, líder de la Liga del Norte y aliado de la coalición de Gobierno, le lanzó un ultimátum de 15 días para que asuma algunas reformas como la ampliación de competencias a todas las regiones de Italia. Si "en un par de semanas el Gobierno no pasa a la acción", la Liga retirará a sus tres ministros del Gobierno.