¿Se cierra el cerco alrededor de Juan Guaidó? La pregunta se repitió en Caracas después de que el fiscal general, Tarek William Saab, pidiera a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que «determine» si Voluntad Popular (VP), el partido de Guaidó que lidera Leopoldo López, es una «organización terrorista» susceptible «de sanciones» por sus actividades. Según el fiscal que designó la Asamblea Constituyente, ese partido provocó daños en centros de distribución de alimentos y medicinas, estaciones del metro y servicios públicos durante las protestas contra Maduro del 2014 que dejaron 43 muertos y más de 400 heridos. Voluntad Popular, añadió, «realizó un nuevo intento de generar una guerra civil entre abril y julio del 2017». En esa ocasión «se contaron más de 150 muertos y más de 1.000 heridos». De acuerdo con el fiscal, «el ciclo de conversión de VP en organización terrorista trasnacional» tuvo lugar el 23 de enero del 2019. Ese día, Guaidó se proclamó presidente «encargado» de Venezuela y fue reconocido por EEUU y otros 54 gobiernos.

«Quienes están acusados y solicitados internacionalmente por terroristas y narcotraficantes, que tienen lazos de amistad con las FARC, el ELN, Hezbollah, cárteles de droga, y convierten Venezuela en promotor del terrorismo internacional, arremeten de nuevo contra Voluntad Popular», señaló esa fuerza política, que calificó a Saab de «fiscal de la usurpación».