Las autoridades del Estado de Florida (EE.UU.) ejecutarán mañana, miércoles, a William Van Poyck, de 58 años, condenado por un asesinato en 1987 que él niega y tras permanecer 26 años en el corredor de la muerte.

Está previsto que Van Poyck sea ejecutado con una inyección letal en la Prisión Estatal de Florida a las 18.00 hora local (22.00 GMT) por su implicación en el asesinato del guardia de prisiones Fred Griffis.

Hace 26 años Van Poyck y su compinche Frank Valdés tendieron en West Palm Beach (Florida) una emboscada a un furgón de prisiones con el objetivo de liberar a un preso que estaba siendo traslado.

Van Poyck culpó del asesinato del guardia de prisiones a su compinche, aunque la Fiscalía defendió en el proceso que este detalle era irrelevante porque él fue quien planeó el ataque.

"Esta puede ser mi última carta. Las muchas visitas que he recibido estos días de aquellos que me aman han sido una bendición para mí", escribe el condenado en el post más reciente de su blog, publicado por su hermana a partir de las cartas que él el envía.

En esa última carta dirigida a su hermana y fechada el 28 de mayo explica que ha pensado muchas veces durante estos años en él agente muerto, Fred Griffis, y que se ha sentido "apenado por su muerte sin sentido".

"Cuando me haya ido, creo que si ellos (los hermanos del guardia) miran en su corazón" comprenderán "lo vacío de la venganza" que supone la pena capital.

En el blog, Van Poyck asegura que "durante los últimos 26 años" ha estado confinado en el corredor de la muerte por un asesinato que no cometió y se dice preparado para afrontar su propia ejecución.