Varios miles de tunecinos formaron hoy una cadena humana de unos siete kilómetros de longitud en Túnez capital para pedir la disolución del actual gobierno dirigido por el islamista Ali Laridi.

La cadena, formada por los simpatizantes de la plataforma opositora Frente de Salvación Nacional, se extendía desde la sede de la Asamblea Nacional Constituyente, en el barrio de El Bardo, hasta la plaza de la Casba, en el centro histórico de Túnez capital, y donde se alberga la sede de la Presidencia del Gobierno.

Entro los participantes destacaban los 50 diputados que suspendieron su actividad parlamentaria para pedir la renuncia del Ejecutivo, encabezado por el partido islamista moderado Al Nahda.

Los parlamentarios se situaron en distintos grupos a lo largo del cordón humano marcando los puntos kilométricos.

Esta nueva muestra contestataria contra el actual Ejecutivo coincide con el rechazo de la Unión General de Trabajadores Tunecinos, que actúa como mediadora entre el Gobierno y la oposición, a que Laridi continúe a la cabeza del gabinete.

El pasado martes, Laridi prometió que una vez que a finales de octubre la Asamblea Nacional hubiera finalizado la redacción de la Constitución y elaborado la nueva Ley Electoral, el Gobierno dimitiría para dejar paso a la formación de un ejecutivo neutral que se encargaría de la supervisión de los comicios.

Sin embargo, el Frente de Salvación, que incluye a las principales fuerzas de la oposición y que el pasado fin de semana lanzó una nueva campaña llamada "Irhal" (largo), para forzar la renuncia del equipo del Gobierno, ha dado de plazo hasta hoy al Ejecutivo para que presente su dimisión.

El país se encuentra paralizado desde el pasado 25 de julio, cuando el asesinato del legislador opositor Mohamed al Brahmi, desató una ola de protestas en el país, así como la indignación de numerosas fuerzas políticas y de la sociedad civil que empezaron a solicitar la caída del Gobierno de Laridi.

Asimismo, en un intento de presionar a las dos partes para que se sentaran entorno a una mesa de diálogo, el presidente del Parlamento, Mustafa Ben Yafar, suspendió el pasado día 6 las actividades de la Asamblea Legislativa.