Francia, Alemania y Bélgica mantuvieron ayer con firmeza su bloqueo a los intentos de involucrar a la OTAN en la crisis de Irak. Los tres países vetaron que la Alianza inicie la planificación militar de medidas para reforzar la defensa de Turquía, porque comprometería a la OTAN en una estrategia de guerra, según fuentes diplomáticas.

El veto de los tres países paralizó el procedimiento de decisión por silencio, desencadenado el pasado jueves por el secretario general de la OTAN, George Robertson, para forzar la aprobación del inicio de la planificación militar, bloqueada desde el 15 de enero.

El nuevo veto obligó a reunir de urgencia al Consejo Atlántico en sesión de mañana y tarde. El debate sólo sirvió para agudizar el enfrentamiento de Francia, Alemania y Bélgica, partidarios de una solución diplomática al conflicto, con los otros 16 aliados, que respaldan la estrategia belicista de EEUU. La reunión, que acabó sin acuerdo, seguirá hoy.

Turquía invocó durante la reunión el artículo cuatro del Tratado de la OTAN, que obliga a abrir consultas entre los aliados cuando uno de ellos cree amenazada su integridad territorial, su independencia o su seguridad.

PELIGRO POTENCIAL

Turquía planteó que existe "una amenaza potencial" para su país ante la evolución de la crisis, por lo que reclamó la planificación del envío de aviones de vigilancia electrónica Awacs, baterías de misiles Patriot y unidades especiales de guerra bioquímica para reforzar su defensa. Robertson aseguró que el comité militar de la OTAN confirmó que la amenaza sobre Turquía es "real".

Estos argumentos no convencieron a Francia, ni a Alemania, ni a Bélgica. "No hay ningún peligro inminente que obligue a tomar medidas urgentes", indicaron fuentes diplomáticas francesas. "La seguridad de Turquía no ha cambio en los últimos 10 años", añadieron. Francia señaló que algunas de las demandas de Turquía, como los misiles Patriot, pueden resolverse por vía bilateral sin necesidad de involucrar a la Alianza Atlántica.

Francia insistió en que la OTAN debe mantener su respaldo a la labor de los inspectores de la ONU, sin transmitir "un mal mensaje en un momento crucial" con una planificación militar prematura, que implicaría a la Alianza en una estrategia de guerra.

Francia, Alemania y Bélgica insinuaron que no modificarán su posición antes de la presentación del segundo informe de los inspectores de la ONU el próximo viernes. EEUU acusó a los tres países de "poner en peligro la credibilidad" de la OTAN con un comportamiento "inexcusable". Robertson reconoció que la crisis interna "es muy grave", pero confió en restablecer el consenso.