Francia, Alemania y Bélgica trataron de frenar el ímpetu belicista de Washington e impidieron ayer de nuevo que la OTAN se involucre en la crisis de Irak. La reunión especial del Consejo Atlántico, máximo órgano político de la Alianza, no logró desbloquear las medidas de apoyo logístico a las fuerzas norteamericanas y de protección a Turquía, que reclaman desde hace semanas EEUU, con el respaldo de Gran Bretaña y España.

Francia, Alemania y Bélgica insistieron en que "es prematuro" encargar a los responsables de la OTAN la elaboración de los planes para apoyar a EEUU y reforzar la protección de Turquía.

PASO HACIA EL DESPLIEGUE

Mientras los aliados europeos se entretenían con disquisiciones terminológicas, Turquía dio un paso al frente al autorizar a Estados Unidos a modernizar las bases militares que tiene en su territorio. La medida del Gobierno islamista turco se interpretó como un primer paso para permitir el despliegue de miles de soldados estadounidenses en Turquía.

Francia, Alemania y Bélgica consideran que la crisis debe resolverse de forma pacífica y que los inspectores de la ONU deben disponer del tiempo necesario para completar el desarme. Este trío de países señaló que encargar esos planes militares significaría conducir a la OTAN hacia una estrategia de guerra, cuando debe darse prioridad a la diplomacia. Luxemburgo, que había mantenido esa línea, cambió de actitud

El secretario general de la Alianza, George Robertson, decidió poner contra las cuerdas a esos tres países y desencadenó el procedimiento de silencio para forzar la aprobación del inicio de los planes militares el lunes. Ese sistema implica que la decisión quedará adoptada si ningún aliado plantea objeciones.

ESTRATAGEMA POLITICA

La estratagema obligará a esos países a tener que justificar por escrito su oposición si desean mantener bloqueada la planificación militar, mientras que hasta ahora sólo era necesario constatar que no había consenso.

La planificación militar que Robertson ha dejado sobre la mesa sólo abarca reforzar la seguridad y defensa de Turquía, a la que tiene derecho el país como miembro de la OTAN. Han quedado excluidas el apoyo militar logístico a EEUU, el refuerzo naval y el papel de la OTAN en Irak tras el derrocamiento de Sadam Husein.

Las medidas de apoyo a Turquía consisten en el despliegue de aviones de vigilancia electrónica, la instalación de misiles Patriot y el envío de unidades militares contra ataques químicos.

Mientras, en el Consejo de la UE causó ayer un profundo malestar la iniciativa de los 10 países candidatos del Este de respaldar la posición belicista de EEUU. "Mal empieza el proceso de ampliación", indicaron a este diario fuentes diplomáticas.