El rápido avance del coronavirus en Francia ha impulsado a las autoridades a ampliar a otros 38 departamentos el toque de queda decretado el pasado 17 de octubre en París y ocho ciudades más. En total, a partir de la medianoche del viernes, 46 millones de franceses estarán afectados por esta medida.

"Digamos las cosas claras. La situación es grave", ha manifestado este jueves el primer ministro, Jean Castex, durante el anuncio de la medida. Según ha explicado, la extensión del toque de queda a nuevas zonas del país es una medida de prevención y ha señalado que en función de sus resultados se reevaluará ese dispositivo para, en caso de que sea necesario, endurecerlo.

Así, de los 101 departamentos de Francia, los ciudadanos de 54 más los de la Polinesia francesa deberán estar en casa desde las 21 horas de la noche hasta las 6 de la mañana salvo que tengan motivos imperativos para salir, como laborales o sanitarios.

El país ha pasado de una incidencia acumulada en siete días de 10 casos confirmados por cada 100.000 habitantes a 251 casos. "Sin ninguna medida nueva, en 15 días habrá más de 50.000 casos al día", frente a los 26.000 actuales, ha advertido el ministro de Sanidad, Oliver Véran.

Las nuevas restricciones en Francia coinciden con las aplicadas en otros países de Europa que se están blindando ante el empuje de la segunda ola de la pandemia. En Portugal, el Gobierno ha anunciado este jueves, día en el que ha superado por primera vez los 3.000 casos en 24 horas, que prohibirá la circulación entre municipios durante el fin de semana de Todos los Santosprohibirá la circulación entre municipiosTodos los Santos para evitar grandes movimientos.

La ministra de Presidencia, Mariana Vieira da Silva, apuntado que con esta medida se busca evitar reuniones en cementerios, donde "el dolor del luto" y las "emociones fuertes" complican mantener la distancia social.

Asimismo, Portugal ha decretado el confinamiento en tres municipios del norte del país -Felgueiras, Lousada y Paços de Ferreira-, donde se han disparado los contagios.

En la República Checa se sigue registrando un nuevo récord cada día que pasa. Este jueves ha sumado 14.968 contagios, un 25% más respecto a la víspera, coincidiendo con la entrada en vigor de una restricción de movimientos según la cual los ciudadanos solo pueden salir de casa para ir al trabajo, al médico y a comprar. También se han prohibido las reuniones de más de dos personas en la calle y todos los comercios, excepto farmacias y alimentación, permanecerán cerrados hasta el 3 de noviembre.

Y en Italia, donde este jueves se superaron por segundo día consecutivo más de 16.000 casos, han entrado en vigor los toques de queda en Lombardía y Lazio, donde se encuentra Roma, y este viernes lo hará en Campania. El primer ministro, Giuseppe Conte, ha dejado la puerta abierta a nuevas medidas "si es necesario".