La Asamblea Nacional francesa renovó ayer el mandato de la presencia militar en Afganistán con la oposición del Partido Socialista (PS) y el voto a favor de la derecha y del centro (343 frente a 210). El primer ministro, François Fillon, anunció el envío de nuevo material y de un centenar de hombres más, que se añadirán a los 3.300 soldados desplegados en Afganistán.

El voto del PS fue fruto de un complicado equilibrio. Sus diputados votaron en contra del mantenimiento de las tropas en Afganistán, pero en realidad no se oponen a la presencia militar, sino a la estrategia de EEUU y la OTAN.

El anuncio se produce en medio de una polémica por las circunstancias en que murieron el pasado mes de agosto 10 soldados franceses en una emboscada talibán. El Ejecutivo y el Ejército han negado que los soldados se hubieran quedado sin munición, como afirma un "acta" de la OTAN hecha pública este fin de semana por el diario canadiense Globe and Mail.