El secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, ha afirmado hoy que la crisis europea por las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros de Francia ha permitido al menos acabar con la "hipocresía" respecto a esta minoría étnica.

"Esta crisis al menos ha permitido reventar la burbuja de la hipocresía" respecto de "una minoría de la que no nos hemos ocupado" durante las ampliaciones de la Unión Europea, ha declarado Lellouche.

Lellouche ha insistido en que "Francia respeta las instituciones europeas", en alusión al enfrentamiento del jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy, con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, por la expulsión de gitanos.

UNA "REALIDAD MOVEDIZA"

El secretario de Estado francés ha asegurado que el problema de los gitanos que han salido de su país de origen "no es solo un problema de Francia y no es solo un problema jurídico".

Lellouche ha lamentado que Rumanía no haya dedicado los fondos europeos que ha recibido estos últimos años para favorecer la integración de sus gitanos, ni que aún no haya presentado planes para hacerlo ante las instituciones europeas y no ha entrado en el roce diplomático de Francia con Alemania.

El político francés se ha esforzado en quitar hierro a la confrontación de la cumbre europea de ayer recordando que Europa "ha avanzado siempre frente a una realidad movediza", que "es difícil hacer navegar una flota de 27 barcos juntos", pero que al final se acaban encontrando soluciones. "Hay que pasar a una fase de acción porque "insultarse no resuelve nada", ha declarado Lellouche.

REUNIÓN EN OCTUBRE

El secretario general del Consejo de Europa, Thorbjörn Jagland, ha anunciado "una reunión de alto nivel" en octubre en Estrasburgo sobre este problema con representantes de los gobiernos de los países miembros. Jagland se ha limitado a recordar que esta institución había manifestado su "preocupación" por las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros de Francia.

Según Jagland, es el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el habilitado para tratar cualquier denuncia que presenten los ciudadanos afectados por esa política francesa y ha afirmado que la responsabilidad de la organización es tomar "medidas para prevenir".

La reunión de octubre sobre los gitanos en Estrasburgo --que no será de jefes de Estado-- servirá para definir las obligaciones de los países, las acciones concretas que poner en práctica y los mecanismos de control y verificación de su cumplimiento.