La Asamblea Nacional francesa aprobó ayer en primera lectura la ley Sarkozy, que endurece las penas a los menores delincuentes. La Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha) se quedó sola en la votación favorable a la ley, ya que la UDF (centrista) y la izquierda se opusieron.

El texto, aprobado por 340 votos contra 163, ha sido endurecido en la Cámara baja con dos enmiendas de la UMP, aunque Sarkozy no ha logrado sus fines de rebajar la edad penal de 18 a 16 años y de establecer un límite mínimo de penas para los menores multirreincidentes, dos puntos a los que se oponían el primer ministro, Dominique de Villepin, y el titular de Justicia, Pascal Clément.

En lugar de ello, una enmienda posibilita que los jueces no apliquen en algunos casos la obligación de rebajar las penas a la mitad entre los 16 y los 18 años. La otra enmienda ordena que los jueces razonen la pena que impongan a los reincidentes.

Sarkozy, volcado en su campaña para las presidenciales, no ha aparecido por el hemiciclo durante el debate, tras presentar el proyecto y prometer que si llega al Elíseo incluirá los puntos que ahora no ha podido introducir.