El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, ha pedido este miércoles una reunión de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para incluir a Panamá en la lista de paraísos fiscales, tras anunciar este martes que su país adoptará de forma unilateral esta medida.

Tras las revelaciones en la filtración de los "papeles de Panamá", Sapin expresó su intención de que la OCDE, con sede en París, "se reúna para que se tome la misma decisión por el conjunto de países concernidos". En una entrevista con la emisora de radio Europe 1, el titular de Finanzas consideró que si los países más ricos alcanzan un consenso a ese respecto, "Panamá ya no asustará a nadie".

LA RESPUESTA PANAMEÑA

El país centroamericano manifestó ayer que no está dispuesto a dejarse "pisotear" ni a cargar con la responsabilidad de las acciones ilegales de los ciudadanos de otras naciones y amenaza con responder con la misma moneda a aquellos países que le vuelvan a considerar un paraíso fiscal, como hizo ayer Francia. En una rueda de prensa convocada de urgencia tras el anuncio de Francia, el Gobierno panameño dejó claro que no le temblará el pulso y que, si lo considera necesario, tomará medidas de reciprocidad contra el país galo.

Frente a esa amenaza, Sapin declaró hoy que "no le intimida", y criticó con virulencia a ese país. "Panamá está demasiado acostumbrada a hacer idas y vueltas, a hacer de bueno y de malo. Esto ya no puede durar más", dijo. En 2012, Francia retiró a Panamá de su lista de países no cooperantes en materia fiscal tras la firma de un convenio sobre lucha contra la evasión fiscal.

"Constatamos que Panamá no había progresado. A finales de 2015, nos dijo: 'Vamos a hacer las mejores reformas'. (...) Algunas semanas más tarde vi que todo era un señuelo", consideró el ministro galo. Al mismo tiempo, pidió que los países protejan a los filtradores de este tipo de información y se posicionó a favor de que estos sean remunerados, aunque "de manera muy limitada".