La Unión Europea no se quedará de brazos cruzados si Estados Unidos impone aranceles a la importación de productos europeos, según ha dejado claro este jueves la portavoz del gobierno francés, Sibeth Ndiaye.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) abrió este miércoles la puerta a las sanciones norteamericanas al dictaminar que Airbus se benefició de ayudas europeas ilegales. Una victoria que Donald Trump se apresuró a materializar con el anuncio de nuevas tasas a los bienes procedentes del otro lado del Atlántico a partir del 18 de octubre.

Llevamos meses diciéndole a Estados Unidos que era mejor encontrar soluciones amistosas que entrar en conflictos comerciales, ha enfatizado la portavoz francesa en BFMTV. Ndiaye ha añadido que evidentemente Francia quiere que haya una respuesta concertada en la Unión Europea para considerar las medidas de represalia que se pueden adoptar frente a Washington.

En los mismos términos se expresó el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, quien tras considerar que las sanciones americanas serían un error económico y político y hablar de la voluntad europea de rebajar la tensión avisó de que la UE está dispuesta a responder de manera firme a las sanciones en línea con las advertencias que salen de Bruselas.

Daño al crecimiento

Francia lamenta que estemos a las puertas de una nueva guerra comercial con Estados Unidos que puede dañar el ya de por sí precario crecimiento de la economía mundial. Cuando se está en guerra hay pocas posibilidades de que aumente el crecimiento colectivo, ha agregado la portavoz del Ejecutivo galo.

A raíz de la decisión de la OMS por un litigio que colea desde hace quince años, Estados Unidos impondrá aranceles por valor de 7.500 millones de dólares (unos 6.800 millones de euros) que oscilarán entre un 10% y un 25% y se aplicarán a 150 categorías de productos, desde los anoraks hasta las salchichas pasando por las aceitunas. No solo los quesos y los vinos franceses se verán seriamente penalizados. Además de Francia los principales perjudicados serán Alemania, Reino Unido y España.