El drama que viven los inmigrantes sin papeles , especialmente los niños escolarizados en Francia amenazados de expulsión junto a sus padres, sacó ayer a la calle a miles de personas en París. La manifestación escogió el lema Contra una inmigración desechable , mientras siguen reproduciéndose por toda Francia ceremonias simbólicas de apadrinamiento de niños sin papeles con objeto de presionar al Gobierno.

La movilización, convocada por las asociaciones escolares, se mantuvo pese a que el Ejecutivo ha dado marcha atrás y ha aplazado la operación de expulsión de inmigrantes en situación ilegal que se preparaba para este verano. El ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, ha fijado para este año la cifra de un mínimo de 25.000 repatriaciones. Ante la presión social, Sarkozy, anunció esta semana el nombramiento de un mediador, que analizará caso por caso para evitar una repatriación indiscriminada, y una moratoria de dos meses.

FINALIZAR EL CURSO La caza de niños denunciada por las asociaciones escolares ya había llevado al ministro de Interior a aplazar las expulsiones hasta el primero de julio para que los hijos de los sin papeles pudieran finalizar el curso. Se calcula que entre 50.000 y 100.000 niños son de familias sin documentación.

Los franceses se manifestaron con pancartas que rezaban No a las expulsiones o No a la caza de niños . Ayer se celebraron también numerosos apadrinamientos para "proteger" y, si es necesario "esconder" a los niños amenazados de expulsión.