El quinto día de huelga por la reforma de las pensiones generó un verdadero caos en los transportes de la región parisina y la situación será igual o peor hoy, jornada en la que los sindicatos han convocado una nueva movilización para exigir la retirada de un proyecto legislativo que el Gobierno desvelará hoy íntegramente por primera vez.

El conflicto entra en una semana clave sin que de momento se atisbe la salida, porque nadie parece dispuesto a ceder. Si el Gobierno está maniatado por la promesa del presidente, Emmanuel Macron, de fusionar en un sistema universal por puntos los 42 regímenes de jubilación actuales, las centrales sindicales se niegan a encajar una derrota después de la histórica manifestación del pasado jueves.

«Aguantaremos hasta que se retire el texto», dijo el líder de la CGT, Philippe Martínez. Tampoco el responsable de Fuerza Obrera, Yves Veyrier, es partidario de sentarse a negociar una reforma que ve como un «peligro». «Hay que volver al punto de partida», advirtió. Mientras, el líder de la Francia Insumisa, Jean Luc Mélenchon, animó a movilizarse masivamente. «Más vale tener unos días de caos que años de miseria».